Un convenio tripartito entre el municipio, la comunidad y la prefectura de Loja, permitió que el barrio San Vicente cuente con una moderna infraestructura.
Principalmente, gracias al esfuerzo, la autogestión y el desarrollo de mingas comunitarias, los moradores de este sector de la ciudad, cristalizaron un anhelo de muchos años.
Para Luz Macas presidenta del barrio la consecución de la obra es el desenlace de una serie de gestiones, actividades y hasta conflictos superados, pues no todos al inicio tenían la predisposición de trabajar, por lo que está muy agradecida con quienes no dudaron en respaldar este proyecto.
La casa comunal ahora será el espacio ideal para reuniones de trabajo, compromisos sociales e incluso funcionará como sala de velaciones, siempre dándole un adecuado uso; el objetivo es mantener unido al barrio y así mantenerla en buen estado.
Este es sin duda, el resultado de un trabajo mancomunado y sobre todo con visión social, concluyó Macas.