Cada día son más los agricultores que confían en la aplicación de Nutrisano, abono orgánico producido por la Prefectura de Loja, en la Planta Procesadora de Zapotepamba.
Por ejemplo en Paltas se aplica a cultivos de maní, y es que la garantía del producto se obtiene en el paso a paso durante su elaboración, como lo explica Santiago Guaraca, técnico de Desarrollo Productivo, área encargada de la elaboración del producto.
El control es riguroso explica Guaraca, se toman en cuenta los detalles en la adquisición y almacenamiento de la mátería orgánica vegetal y animal que se ubica en las camas que ocupan una considerable extensión en Zapotepamba, en donde se emplea la volteadora del material, con los respectivos controles de humedad y temperatura por el lapso de 60 a 70 días.
Luego el material es trasladado con la ayuda de una minicargadora hasta la banda transportadora, tamizadora, para finalmente colocar en sacos de 40 kg, y ser expedidos al mercado productor.
Otro de los ejemplos, es Daniel Calle, agricultor de la parroquia Limones en Zapotillo, junto a su familia decidió emprender en el cultivo de stevia, aprovechando las bondades del clima; gracias a la calidad y certificaciones internacionales de Nutrisano, lo aplicó en la siembra, con resultados positivos en el tamaño de sus cultivos, en las próximas semanas verá el resultado con la primera cosecha.
La calidad del abono es garantizada explica Santiago Guaraca, se cuidan los detalles en todo el proceso hasta que el abono sale a la venta llegando incluso a provincias como El Oro y Guayas.
Las demás GADs del país deberían seguir este mismo ejemplo de aprovechar los residuos para hacer abono, generando así un servicio a los agricultores y de la misma manera se genera un ingreso al GAD.