Tras la campaña denominada “Loja Solidaria” impulsada por la Prefectura se armaron 1400 kits de alimentos, de los cuales 900 fueron entregados en las parroquias Junín y Flavio Alfaro de la hermana provincia de Manabí.
Rafael Dávila, prefecto de Loja, en coordinación con líderes y voluntarios de esos lugares manabitas realizó personalmente la entrega de alimentos gracias a colaboración de los lojanos que se solidarizaron con quienes sufrieron las mayores consecuencias del devastador terremoto.
Dávila pidió a los afectados por el sismo creer en sí mismos e invitó a levantarse de esta tragedia pensando siempre que el Ecuador entero y de manera particular los lojanos a través de esta campaña demostraron la solidaridad que es una de sus características.
Julia Guandamo Macías, Mary Loor Palma, Ramón Anchundia y Jorge Simón Bravo, creen que el fenómeno natural fue devastador; a más de haber perdido sus viviendas las secuelas son lamentables, existe el miedo y temor de que pueda suceder algo peor, pero ahí es cuando sentimos que estamos respaldados por un país entero. “Gracias a las autoridades de buen corazón se ha logrado obtener ayuda por lo que expresamos la gratitud al prefecto Dávila y por su intermedio al pueblo de Loja que acudió al llamado”.
Marcos Antonio Muñoz, médico de Flavio Alfaro, manifestó que gracias a personas allegadas se enteró que la prefectura de Loja llegaría con raciones para los afectados y fue de inmediato que tomó contacto con el Prefecto para coordinar la entrega en sitios a los cuales no llega con facilidad el apoyo.
Señaló que previo a la entrega se efectuó un recorrido de cada uno de los domicilios para evaluar las condiciones, de ahí se procedió a entregar tiques para recibir los alimentos. Dijo estar agradecido con el pueblo de Loja y a través del prefecto pidió se haga llegar el sentimiento de gratitud a sus habitantes.
Para estas dos parroquias se entregaron un total de 900 kits (parroquia Junín, barrio El Zapallo y Zapallito) poblaciones de la parroquia Flavio Alfaro. Las 500 raciones restantes fueron entregadas en la parroquia San Isidro.