La construcción de albarradas en distintos proyectos corresponden a adaptarnos al cambio climático pero también mejorar y asegurar la soberanía alimentaria, constituyendo un proyecto integral que no solamente realiza la construcción sino una protección física de vertientes, reforestación en agroforestería y por último los sistemas de riego parcelario, garantizando calidad y cantidad del recurso hídrico, señala María Yolanda Mora, Directora de Gestión Ambiental de la Prefectura.
Las albarradas construidas en el 2014 son alrededor de 292. En este año con apoyo del Banco del Estado se construirán 110 y con el MAGAP 255, todas ubicadas en una priorización de 15 micro cuencas que benefician a 12 cantones de la provincia.
El beneficio con aproximadamente 540 albarradas es de 143.762 habitantes de forma directa. El objetivo de la albarrada es llegar a una conservación del recursos hídrico, pero que la provincia también esté preparada para todo lo que se relaciona con fenómenos adversos como son sequías muy fuertes y también inviernos pronunciados.
Enfatiza que la construcción de las albarradas ha sido una solución al agricultor porque no solamente se trata de una conservación del recurso hídrico sino de mejorar la producción.
Acota que para la construcción de las albarradas se identifica los mejores sitios que luego pasan a estudios técnicos, de impacto ambiental, de obra civil, geológicos y tipo de suelo que avalen que dichos terrenos son aptos para su funcionamiento.