La Prefectura de Loja construye albarradas en toda la provincia, no sólo con fines de conservación sino de preparación ante los distintos fenómenos que se prevé por el cambio climático.
Debido a la fuerte temporada invernal se suspendió la construcción de algunas albarradas, pero estas mismas lluvias permiten que las ya construidas comiencen a llenarse agua; con ello los terrenos se compactan, permitiendo que las albarradas cumplan con su función que es alimentar los acuíferos y vertientes.
María Yolanda Mora, directora de Gestión Ambiental, señala que la construcción de albarradas parte de la identificación de sitios en base a la priorización de cuencas proveedoras de agua, con estudios avalados por la Universidad Nacional de Loja, aval geológico y estudios de impacto ambiental.
Cada albarrada cuenta con las especificaciones técnicas para que cumplan con su función de almacenar agua, además evitar deslizamientos, incluso, luego se trabaja en la reforestación de las zonas adyacentes, gracias a los 21 vivero interinstitucionales que mantiene la Prefectura y algunos Gobiernos Municipales.
Mejoramiento productivo
Mora añade que se negocia con los propietarios de los terrenos, en donde se construyen las albarradas, pues el 70% de líquido es para el almacenaje y permanencia de agua, que son aprovechados luego con reservorios o con sistemas de riego tecnificado.
El restante 30% lo puede utilizar el propietario en actividades productivas, como crianza de peces o cultivos parcelarios que indudablemente se orientarán al mejoramiento productivo y económico, para ello se coordina integralmente con las áreas de Desarrollo Productivo y Riego de la Prefectura.
Reservorios
Para garantizar los resultados, la Prefectura gestiona un proyecto ante el MAGAP para la construcción de reservorios impermeabilizados en varias albarradas ya construidas, compromiso adquirido por la Subsecretaría de Riego y Drenaje.
Albarradas
Con el MAGAP 540
Con el BEDE Premio Verde 160
Proyecto Agua sin Fronteras-2016 200 en subcuenca río Macará.