Los trabajos previos al asfaltado de la vía Utuana-Tacamoros, que une los cantones Calvas y Sozoranga, por parte de la Prefectura se venían desarrollando normalmente, lamentablemente, el fuerte invierno provocó un deslave de grandes proporciones a la altura del kilómetro 10.
Julia Jimbo, directora de Obras civiles y vías asfaltadas de la Prefectura, señala que el derrumbe afectó no solo la vía sino también la parte alta de la cuenca de la quebrada El Laurel, por el sector Cosalami, son aproximadamente 25.000 metros cúbicos de material que se tiene que limpiar, actividad que se agrava por la fuerte temporada invernal y calidad de suelo, sin embargo la maquinaria se encuentra trabajando en el sitio.
Jimbo aclara que el deslave no se generó por los trabajos ejecutados para el mejoramiento de la vía, “ello obedece estrictamente al clima”, de igual manera añade que este sitio no ha sido utilizado como escombrera, la misma se ubica en el kilómetro 1.7 del proyecto vial en donde no existe afectación, situación que ha sido constatada según indican los informes técnicos correspondientes.
Se trata de una zona propensa a deslizamientos, “en el sitio siempre se han presentado”, ante lo cual la Compañía Constructora ha destinado la maquinaria para trabajos exclusivos en el sitio, pues no se puede continuar con los demás frentes previstos.
Mientras duran los trabajos de limpieza, se solicita comprensión a los habitantes de los barrios afectados, pese a ello se puede acceder a Tacamoros por la parroquia La Victoria, cuyo mantenimiento de la vía de acceso se ha encargado a Vialsur de la Prefectura.