Productores artesanales de ladrillo del cantón Espíndola son parte de los beneficiarios del Programa de Eficiencia Energética en Ladrilleras Artesanales (EELA), que impulsa la Prefectura de Loja.
Juan Pablo Jiménez, artesano del sector Cofradía, señala que son varios los beneficios, luego de su visita a ladrilleras de Malacatos (cantón Loja), ahora se evidencian; en el caso de la preparación de la materia prima (mezcla de arcillas) “antes nos maltratábamos, solo batíamos con el pie, ahora es rápido… hasta se haría 2.000 ladrillos en el día”.
En cuanto a la quema del producto, Jiménez asegura que en las últimas quemas se ha reducido un 40% de gastos, anteriormente se gastaba $100 dólares por quema, ahora se gastó $60; además, sale más pronto el producto, gracias al nuevo emparvado”, agrega, esto gracias a que se han efectuado jornadas de intercambio en las que se enseña una nueva modalidad de colocación de ladrillos en el horno, de manera vertical, aprovechando de mejor manera el espacio y cocción.
De igual manera, Luz y Mario Santos, del barrio Consapamba, se refieren a la mecanización del proceso, doña Luz comenta que en las giras de observación conoció las ventajas de emplear una batidora con motor, con ella se obtiene una mezcla homogénea de materiales, por lo que no dudo en adquirir una para su trabajo diario.
“No teníamos ni idea, se trabajaba a la criolla, ahora estamos mejor, gracias a las capacitaciones tecnificamos la producción”, sostiene.
Víctor Solano, técnico de la Prefectura, responsable del Programa manifiesta que Espíndola es otro de los cantones en los que se aplican las buenas prácticas de elaboración de ladrillo, con lo que se ayuda considerablemente a la reducción de gases de efecto invernadero, producto de la quemas; además, de facilitar el proceso, con la reducción de gastos y tiempo por parte de los artesanos. En este sector son 15 familias las que participan en el programa.