La Prefectura de Loja trabaja en el mejoramiento de rendimientos productivos de varios cultivos, uno de ellos la papa, en el barrio Carboncillo de la parroquia San Antonio de Cumbe, en Saraguro, en donde se evidenció un incremento en la cosecha.
El programa está a cargo del Área de Desarrollo Productivo, Jorge Rojas, gerente técnico, señala que se trabajó en el asesoramiento y capacitación a los productores, incorporando un programa completo de capacitación, con días de campo y talleres, “es decir, generando espacios para aprender haciendo, que el productor sea quien vea los resultados obtenidos”.
Para alcanzar los objetivos, se cuenta con apoyo de la Agencia de Cooperación Koica quienes facilitan la permanencia del experto Luis Cho quien trabaja con productores de Saraguro y Purunuma, asesorando sobre prácticas de cultivo con semilleros utilizando 40% menos de semilla con más rentabilidad para los productores; también se trabajó con tratamiento de semillas para la siembra de manera tradicional.
Para la experiencia de Carboncillo, se contó con la participación de agricultores de la zona, en donde se evidenció la predisposición para entrar en el proceso de capacitación, “es complejo cambiar de un momento a otro las prácticas tradicionales, pero se debe iniciar de alguna manera para optimizar la producción”, sostiene Rojas.
Buenas Prácticas
Al igual que en otro tipo de cultivo, en el de papa se aplica las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) con las que se busca efectivizar el recurso humano, cuidar el ambiente, fortalecer la producción agroecológica… “son prácticas que se ejecutan día a día para obtener productos más sanos, cuidando a productores y consumidores, con el uso de abonos orgánicos y agroecológicos”.
Rojas menciona que el rendimiento en productividad a nivel del país son 500 quintales por ha, en esta primera siembra en las parcelas de Saraguro, que no son de vocación agrícola, se partió de la corrección de suelos, fertilización y aplicación de paquete de enmiendas, consiguiendo 480 quintales por ha, “queremos llegar a los 800 por hectárea”, añade.
Paul Jaramillo, propietario de una parcela experimental, se siente agradecido por el asesoramiento brindado, recuerda que al inicio el cultivo era difícil por la falta de agua y nutrientes en el suelo, gracias a la intervención de la Prefectura se ha tecnificado el cultivo de papa.
Anteriormente, “la producción era deficiente se sembraba rudimentariamente con la utilización de productos no recomendados que dañaban el suelo, ahora se trabaja con productos recomendados, se han realizado talleres dirigidos a los moradores del Carboncillo, asesoramiento permanente para la selección de semillas, preparación de terrenos y acompañamiento necesario.
El cambio más evidente es en la productividad, “fue muy buena esta cosecha –sostiene- antes se sembraba un saco y se obtenía 6 u 8 sacos, ahora se obtiene de 12 a 15 sacos, lo que significa un progreso para sustentar la mano de obra y otros gastos de producción.
Existe el compromiso de continuar trabajando en torno a este tipo de proyectos, Jaramillo invita a sus vecinos y productores de la provincia, para que accedan a los programas que se impulsan desde Desarrollo Productivo, “necesitamos sacar el máximo beneficio a la tierra”.