Una vez que ha cesado la temporada invernal, en gran parte de los cantones de nuestra provincia, la Prefectura de Loja trabaja para restablecer la vialidad.
En la parroquia Chuquiribamba, pese a que durante el invierno permaneció la maquinaria en limpieza de derrumbes, hoy un equipo caminero trabaja en la recomposición y rasanteo de las vías de acceso a los barrios Pordel, Guayllas y Tesalia.
Medardo Bastidas, responsable de la Zona 1, durante un recorrido constató que en la primera jornada culminaron los trabajos en cinco kilómetros que enlazan al barrio Pordel con el centro parroquial, vía que en la actualidad sirve como alternativa debido a que se efectúan trabajos de alcantarillado en la vía principal.
Una vez realizado este tramo, la maquinaria se trasladó a la vía Chuquiribamba-Guayllas, ahí se interviene una longitud de 8 km, en toda esta zona se realizará el rasanteo limpieza de cunetas y derrumbes, además la colocación de materia de cantera en lugares específicos.
La maquinaria permanecerá durante 20 días laborables, y serán intervenidos cerca de 25 km, esto comprende acceso a los barrios antes señalados y hasta el límite entre Chuquiribamba y Gualel, en este sitio trabajan una motoniveladora, dos volquetes, un rodillo y una cargadora, se complementa con una retroexcavadora que gentilmente cedió el gobierno parroquial, informó Bastidas.
Carlos Jiménez, presidente del GAD de Chuquiribamba, señaló que la Prefectura de Loja se ha hecho eco de las necesidades de sus pobladores y que hay mucha satisfacción al ver que en una primera semana ya se intervino en una vía, lo que hace pensar que durante los días que se han destinado para este sector serán suficientes para brindar atención a lo programado.
Fue enfático en mencionar que la maquinaria de la Prefectura permaneció durante todo el invierno, habilitando el paso en toda esa arteria y que jamás se quedaron incomunicados, ahora que el clima es favorable, se interviene en los accesos para que los pobladores puedan sacar sus productos y movilizarse con mayor comodidad.
Abelino Burí, morador de Guayllas, expresa la gratitud al organismo provincial, señala que no hay nada más reconfortante que ver una vía transitable, en invierno los buses no querían llegar a su destino final por la serie de derrumbes y baches, “ahora con la presencia de la maquinaria no hay el temor de que el servicio de transporte sea eficiente”.
Gonzalo Pauta, quien habita en el barrio Pordel, muy emocionado dijo, que la vía estaba en muy mal estado y que hasta se presentaban accidentes, “ahora los vehículos ingresan con normalidad y no descartan que en un futuro no muy lejano puedan tener una carretera asfaltada”.